Qué es la muerte del ego
Para entender la muerte del Ego, primero vamos a conocer un poco sobre el propio Ego
¿Qué es el ego?
Probablemente sepa hasta cierto punto lo que es un "ego". Todos tenemos uno. Es nuestro sentido de la identidad -nuestro sentido del yo-, que se desarrolla a lo largo de nuestra vida. Desde las experiencias formativas que tuvimos en nuestra infancia, las convicciones políticas o religiosas que hemos elegido o incluso el tipo de personas con las que nos relacionamos. Forman parte de la base de nuestra autopercepción e incluso nuestras decisiones cotidianas están influidas por ellas. Sin embargo, aunque el ego es necesario y útil en muchos sentidos, ya que nos ayuda a decidir quiénes somos, qué queremos en nuestras vidas y cuál es nuestro lugar en la sociedad y en nuestra familia, por ejemplo; también puede ser causa de dificultades para nosotros.
Cuando nuestro ego y sus expectativas se han formado sobre bases inestables o insanas, como padres ausentes, emocionalmente indisponibles o incluso abusivos, o cuando nuestras primeras experiencias sociales han sido traumáticas, nuestra identidad o ego puede crear expectativas poco realistas que pueden ser autosaboteadoras o destructivas para los demás. Puede convertirse en patrones de comportamiento poco saludables que, si no se atienden, pueden arrastrarnos a nosotros y a los demás a lo largo de toda nuestra vida. Diferentes culturas y tradiciones desarrollaron prácticas como la meditación profunda y las ceremonias de medicina vegetal para alcanzar estados alterados y mantener en equilibrio las diferentes partes del yo y del Ego.
¿Cómo puede morir el ego?
Por supuesto, el Ego no "muere" realmente durante la muerte del Ego, ya que es una parte de nuestro yo. El término se refiere a la liberación del control total que el Ego tiene sobre nuestro sentido de identidad, valor y nuestro lugar en el mundo. Cuando descubrimos que somos mucho más que un Ego preocupado por sí mismo, podemos extraer valor y significado de otras fuentes y llevar una vida más plena. Aunque puede que no "muera" en el sentido clásico, la experiencia en sí ha sido descrita por muchos como tan aterradora como enfrentarse a lo real. El ego luchará con todas sus fuerzas para mantenerse, porque está intentando proteger tu mente y hacer del mundo algo que tenga sentido.
Dejarse llevar y adentrarse en lo desconocido, a menudo con una sensación muy real de que te estás muriendo, es algo muy difícil de hacer, por lo que la seguridad y la preparación son de vital importancia en cualquier tipo de experiencia psicodélica con altas dosis con el objetivo de la Muerte del Ego, o la Muerte del Ego a través de otros medios como la meditación. Permitirse pasar por esta experiencia puede ser una de las experiencias que más cambien la vida de una persona. Después de creer que estás muriendo, de ver todas tus transgresiones al descubierto, y de que se te dé la oportunidad de volver y ser parte de hacer del mundo un lugar mejor, un nuevo sentido de aprecio es un estado natural. Tenemos la oportunidad de vernos a nosotros mismos y nuestras vidas con objetividad. Esto puede ayudarnos a identificar los cambios que necesitamos hacer para alcanzar la comprensión, la curación y la felicidad. El término "muerte del ego" fue acuñado por Freud. Para muchas personas, la muerte del ego es un verdadero punto de inflexión, incluso algunos la describen como una salvación que les ayudó a reconectar consigo mismos y con el mundo en general.
Los 2 tipos de muerte del ego
Aunque la experiencia de la muerte del yo puede ser muy diferente en cada persona, se pueden distinguir dos tipos de muerte del yo. Una es una experiencia de muerte del yo más gradual, que se desarrolla a lo largo de un periodo de tiempo más prolongado y que incluye la constatación de la insatisfacción con la propia vida, el deseo de cambiar y el abandono de partes de la propia persona. Una muerte gradual (parcial) del ego puede producirse, por ejemplo, durante una crisis de mediana edad o al practicar la meditación con regularidad. Aunque puede ser una experiencia intensa y sufrida, que no hay que subestimar, en intensidad no suele compararse con el segundo tipo de muerte del ego. La que se puede experimentar durante un viaje psicodélico de dosis más altas o durante ciertas meditaciones trascendentales específicas, por ejemplo. Especialmente durante el viaje psicodélico puede ser intenso, ya que una vez iniciado, no hay vuelta atrás. Este tipo de muerte del ego se distingue porque todo ocurre en una sesión de viaje psicodélico y porque constituye una disolución completa del ego o de la propia persona.
Las etapas de la muerte del ego
Se dice que la muerte del ego tiene distintas etapas, no muy distintas de la etapas del duelo tras una muerte "física. Y es que -repito- la muerte del ego no es ninguna broma. Se trata de descubrir tu verdadero yo; alguien que podría estar escondido bajo capas y capas de falsas creencias y ansiedad. Se trata de despojarse y derribar muros, tras lo cual uno puede volver a construirse a sí mismo. Conocer las etapas, y más tarde las señales, puede ayudarte a entender y acoger el proceso.
Etapa 1: Cuestionar
La primera parte del viaje espiritual que conduce a la Muerte del Ego es el cuestionamiento. Cuestionarlo todo. Quién eres, tu significado y valor en el mundo, por qué estamos aquí, y lo que cada una de esas cosas significa personalmente para ti, de la manera más singular. Cuando las respuestas que nos han dado ya no nos satisfacen, iniciamos el viaje de búsqueda de una comprensión más profunda.
Etapa 2: Búsqueda
Cuando uno empieza a hacerse preguntas sobre cosas como la naturaleza de uno mismo, el mundo y cómo se relacionan entre sí, buscar respuestas es el siguiente paso natural. La psicología, la filosofía, la espiritualidad y la ciencia tienen respuestas que ofrecer, y depende de nosotros discernir lo que nos parece correcto y mantener la mente abierta a nuevas ideas. Es durante esta etapa cuando se buscan estados mentales alterados, e incluso experiencias completas de muerte del Ego, a través del yoga, ejercicios de respiración, compuestos psicodélicos y muchas otras prácticas y formas de meditación. Es importante no ser imprudente en la búsqueda de respuestas, ni obsesionarse con el final de este viaje. Cada vez está más claro que el verdadero significado y valor está en el propio viaje, y no en el destino.
La experiencia de la muerte del ego
La experiencia de primera mano de la muerte del ego es la parte más aterradora del viaje, esto es cuando, durante una experiencia psicodélica de alta dosis, o estado alterado logrado a través de la meditación, te das cuenta de que tu ego se está disolviendo y que todos tus conceptos del yo y toda tu identidad se están derritiendo como la nieve bajo el sol. Esto puede sentirse literalmente como morir, ya que para el ego no existe ningún concepto del yo más allá de su propia identidad. Esta experiencia no debe subestimarse, ya que puede ser verdaderamente aterradora, pues todo lo que tienes cerca y te es querido está desapareciendo, mientras que al mismo tiempo es esencial poder experimentar el Ser, que no depende del Ego.
Al final de este camino, o cuando el Ego se ha disuelto por completo, cuando no hay otra identidad que experimentar, lo que queda se describe a menudo como la experiencia de unidad con el tejido de la existencia, el nirvana o una sensación de completa quietud. Un momento que puede parecer infinito y eterno. Esta sensación de unidad con todo, de eternidad y dicha, puede merecer mucho la pena el proceso, posiblemente aterrador, que conduce a ella. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no es para pusilánimes.
Aunque el momento pueda parecer eterno, paradójicamente vuelves a tu vida normal al cabo de un rato de permanecer en ese estado. Poco a poco vuelves a tus sentidos y empiezas a recordar a tu persona de nuevo. Y aunque en el estado sin ego hayas encontrado todos los secretos del universo, cuando vuelves te olvidas de todo. Es como volver de un océano de conocimiento con una pequeña memoria USB de datos memorizados. Sin embargo, la experiencia puede haberte cambiado hasta la médula, ya que el impacto que suele tener sobre la idea de la muerte, la eternidad o incluso una vida después de la muerte puede cambiar para siempre. Además, es posible que tu percepción de ti mismo haya cambiado por completo y que encuentres una nueva y ardiente motivación para hacer cambios positivos en tu vida.
Etapa 3: Contemplación
Después de cualquier experiencia personal profunda, especialmente un viaje psicodélico o una experiencia de Muerte del Ego, es crucial concederse tiempo y espacio para procesar lo vivido, contemplar lo que significa para uno, y qué creencias y valores han cambiado y cómo. Llevar una práctica regular de meditación a la vida diaria puede ser muy útil para mantenerse en contacto con los conocimientos adquiridos en las experiencias psicodélicas. La integración de estos valores en nuestra vida es la última pieza del rompecabezas.
Etapa 4: Integración
Para sacar realmente el máximo provecho de estas experiencias, es necesario integrar, o "hacer Integral" para nosotros mismos, las ideas y conceptos que hemos adquirido, e implementarlos en nuestro comportamiento y patrones. Recordar los viajes y las experiencias que has tenido, y seguir utilizando las prácticas que te aportaron paz mental te ayudará a mantenerla.
Consulte nuestro Guía para la integración psicodélica.
¿Puede prepararse para la muerte de su ego?
La muerte gradual del ego suele producirse tras largos periodos de tiempo en los que negamos o evitamos arrojar luz sobre aspectos de nuestra propia vida y de nuestra persona, y entonces empezamos a darnos cuenta de ello cuando, debido por ejemplo a una situación de crisis, se hace innegable. La mejor preparación para esto, o para evitarlo por completo, es buscar activamente una mayor conciencia de nuestro lado sombrío, las partes de nosotros mismos que no nos gustan, que estamos negando, o que tal vez ni siquiera sepamos que existen. La práctica de la (auto)honestidad, la invitación a la crítica y la meditación, por ejemplo, son herramientas para el autoconocimiento. Esto también es válido para la muerte rápida del ego durante un viaje. Sin embargo, durante esta experiencia de muerte del ego, lo más importante es tener la mentalidad adecuada, aceptar lo que viene y no resistirse. Cuando consigas aceptar y confiar en el proceso, habrá menos sufrimiento. Antes de entrar en una experiencia de este tipo, tómate tu tiempo para sentir que estás preparado para pasar por ella, ¿estás preparado para soltar todo lo que creías que eras? Si es así, la experiencia puede ser muy gratificante e inspiradora.
"Quien mira fuera, sueña; quien mira dentro, despierta".
- Carl Jung, "El hombre y sus símbolos" (1964)
La exploración de la muerte del ego nos lleva a un profundo viaje a las profundidades de la conciencia, desafiando nuestra comprensión del yo y de la identidad. A medida que navegamos por las etapas de cuestionamiento, búsqueda y la intensa experiencia en sí, descubrimos que la muerte del ego, ya sea gradual o abrupta, abre la puerta a una profunda transformación. Es un proceso que exige valentía, autoconciencia y aceptación, ya que los individuos se enfrentan a la disolución de su ego y abrazan lo desconocido. Las secuelas de la muerte del ego exigen contemplación e integración, permitiendo que los conocimientos adquiridos se conviertan en parte integrante de nuestras vidas. Ya sea a través de experiencias psicodélicas, meditación u otras prácticas transformadoras, la muerte del ego brinda la oportunidad de un profundo autodescubrimiento y, para algunos, una reconexión con un sentido de unidad y felicidad. A medida que cambian las perspectivas sociales y se reconsideran prácticas ancestrales, el viaje hacia la comprensión del yo y del papel del ego en él se convierte en un esfuerzo crucial para el crecimiento personal y el bienestar colectivo.